La ONU revela urgencias ambientales en Uruguay

Fuente: El País, 25 mayo 2012.

Índice IDH. Uruguay subió 5 lugares, pero debe materias

CARLOS CIPRIANI LÓPEZ

Al subir el Índice de Desarrollo Humano de un país, puede estropearse el medioambiente y aumentar la brecha entre las capas sociales. Un informe de Naciones Unidas presentado ayer en Montevideo, invita a reflexionar sobre el bienestar.

Uruguay ha sido el primer país del mundo en reconocer al agua potable y al saneamiento como derechos humanos fundamentales. A pesar de los altos promedios alcanzados en materia de cobertura, informes internacionales recientes destacan que el país tiene necesidad urgente de elaborar un plan nacional de recursos hídricos y un plan nacional de agua potable y saneamiento integral.

En el informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo dedicado a Uruguay, se indica en concreto que en Montevideo «la desigualdad en el acceso al saneamiento ha crecido en los últimos años, con un aumento del número de hogares que no están conectados a la red ni disponen de pozo negro o fosa séptica en barrios de menores recursos».

Se establece por otro la- do que en todo Uruguay llega al 11,6% el porcentaje de ho-gares en condiciones de ha- cinamiento.

En relación a los asentamientos irregulares, se dice que Montevideo concentra el 61% del total y el 74% de las personas que los habitan. También en la Capital se registraron fuertes diferencias respecto a la conexión a la red de saneamiento. Mientras que en los Centros Comunales del centro, sur y sureste la conexión es cercana al 100%, en zonas de la periferia, como los barrios del Comunal 18 (Paso de la Arena, Boulevares, Parque Lecocq, y Santiago Vázquez), apenas el 16,4% evacua excretas hacia la red general. Y en los barrios del Comunal 10 (Manga, Piedras Blancas), solo el 28, 8%

En el rubro de contaminación, se afirma por ejemplo que las emisiones de gases de efecto invernadero per cápita ya a mediados de la década pasada eran las más altas de América Latina, con 8,1 toneladas. Tal porcentaje se asocia a las altas emisiones de metano del sector agropecuario, no alejadas sin embargo de países del mundo con similares características productivas (como ser Nueva Zelanda, que llega a 10 toneladas).

En cuanto al agotamiento de recursos naturales y la biodiversidad, Uruguay, al contrario, correría el menor riesgo en cuanto a la pérdida de los recursos naturales. Empero, tiene amenazado al 12% del total de especies. En el Informe sobre Desarrollo Humano, este último indicador se estima «particularmente preocupante», ya que «es fundamental para la salud y la resiliencia de los ecosistemas productivos».

El Índice de Desarrollo Humano mide el promedio de los avances, considerando: vida larga y saludable, conocimientos y nivel de vida digno. Uruguay subió 5 puestos y ocupa el lugar 48, encabezando la lista de los países de «desarrollo humano alto», con un índice de 0,783. En América Latina, solo Chile y Argentina tienen un IDH «muy alto», ubicándolos en los lugares 44 y 45.

LA CIFRA 12%

del total de especies se encuentra amenazado en Uruguay, indicador preocupante por las consecuencias en la salud y producción

La sustentabilidad y el desarrollo

En el capítulo dedicado a Uruguay, el Informe sobre Desarrollo Humano 2011 dice que la institucionalidad ambiental debe ser fortalecida, porque si bien hay debate, falta «una hoja de ruta». Se recomienda la creación de un Ministerio de Medio Ambiente como paso clave para fortalecer las políticas y el monitoreo de «las actividades que causen impacto» en el ambiente. En este sentido, entre las estrategias se plantea un mayor uso del transporte público, instalación de saneamiento ecológico en hogares que aún no cuentan con acceso a la red general, uso de energía solar a escala doméstica, reciclado de residuos y agricultura familiar. Se agrega que es importante reducir el consumo de bienes de alto uso energético, «en particular a partir de fuentes fósiles». Para evitar la tensión entre desarrollo y medioambiente, se apunta que debe asumirse el desafío de incorporar la sustentabilidad y la equidad en las decisiones políticas del país.